Durante la adolescencia se produce una gran cantidad de cambios en muy poco tiempo y se afrontan múltiples situaciones novedosas:
- En lo personal: cambios en la imagen corporal, en la ideología, en las emociones y sentimientos, nuevos comportamientos, etc.
- En lo familiar: dificultades relacionales, gestión del tiempo, comunicación, cambio de las normas familiares, etc.
- En lo social: conflictos con el grupo de amigos/as, cambios de gustos e intereses, relaciones de pareja, etc.
- En lo académico/laboral: aumento de las exigencias, orientación profesional, toma de decisiones, técnicas de estudio, etc.
Mientras que algunos/as adolescentes se van adaptando a estos cambios y viven esta etapa de forma satisfactoria, para otros pueden ser motivo de malestar.
Si la persona demanda ayuda o desde el entorno se detecta que la persona necesita apoyo para integrar los cambios, puede ser el momento de acudir a consulta psicológica.
El papel del profesional será acompañar y guiar en el proceso de cambio, enseñar nuevas estrategias o ayudar a que la persona resuelva sus problemas.








